Este lunes la activista Loujain al Hathloul fue condenada a cinco años y ocho meses de prisión, por “intentar cambiar el sistema político del reino en Arabia Saudí y promover una agenda extranjera usando internet”.
La pena resultó muy por debajo de lo que solicitaba el fiscal que acusaba a la activista, ya que dicha solicitud era de 20 años de encarcelamiento. Sin embargo, “resulta un duro castigo para una joven cuyo único delito es haber defendido el derecho de las mujeres a conducir (antes de que Arabia Saudí levantara la prohibición en 2018) y el fin del sistema de tutela masculina. La semana pasada, un tribunal ordinario desestimó su denuncia de torturas ’por falta de pruebas’”, según reportó el diario El País.
“Después de casi tres años en detención preventiva y cinco semanas de un proceso acelerado en el Tribunal Penal Especial, mi hermana ha sido condenada hoy a 5 años y 8 meses de cárcel, usando leyes antiterroristas”, señaló Alia al Hathloul, hermana de la inculpada, ante diversos mediosd e comunicación, una vez que fue dada a conocer la sentencia.
Alia, que junto con sus hermanos Lina y Walid ha actuado de portavoz del caso, ha reconocido que la familia se encuentra “hundida” ante el hecho de que Loujain tenga que pasar una noche más en prisión. “No vamos a descansar hasta que no esté libre”, asegura en un comunicado.
La joven inculpada fue detenida junto con otra docena de activistas en mayo de 2018, unos días antes de que se levantara la prohibición de conducir por la que ella había hecho campaña. Desde entonces, su encarcelamiento y juicio fueron objeto de numerosas críticas. Organismos internacionales de derechos y destacados políticos occidentales han pedido a Arabia Saudí que las dejara en libertad.
“Debe ser liberada de inmediato. Defender los derechos humanos no es terrorismo”, señaló en un tuit la relatora de la ONU para los defensores de derechos humanos Mary Lawlor.
La sentencia incluye la suspensión de la mitad de los 68 meses de cárcel a los que ha sido condenada “en atención a sus condiciones”, lo que parece una referencia a su delicado estado de salud después de la huelga de hambre que llevó a cabo el pasado noviembre para reclamar que le permitieran comunicarse con su familia.
Descontado el tiempo que ha pasado en prisión preventiva, eso significa que Loujain podría quedar en libertad para el próximo marzo.
Sin embargo, esa suspensión “se considerará nula en el caso de que la procesada cometa cualquier crimen en los próximos tres años”, según recoge la web del diario Okaz. Es una fórmula que los regímenes autoritarios utilizan para “mantener a las activistas calladas e inactivas”, según explicaba recientemente a EL PAÍS Sussan Tahmasebi, cofundadora y directora de Femena. La sentencia, que puede recurrirse en los próximos 30 días, también le prohíbe salir del país durante cinco años.